El pasado sábado 26 de Septiembre finalizó la 63 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, una edición, según el público y la crítica, con un nivel de películas en sección oficial algo inferior a anteriores convocatorias. Aún así se ha superado el número de espectadores, e incluso la dirección del festival ha llenado todos los hoteles de la ciudad debido al gran número de invitados que han asistido.
Respecto al palmarés oficial, este año no había una clara favorita, por lo que la entrega de premios no generó demasiada controversia. Uno de los premios más aclamados tanto por el público como por la crítica ha sido la concha de plata al mejor actor, que se concedió ex aequo a Ricardo Darín y Javier Cámara, protagonistas de Truman, una película que agradó a todos los asistentes gracias a la gran actuación de ambos actores que transmitieron una naturalidad y una amistad dignas de admiración.
Javier Cámara y Ricardo Darín con la Concha de Plata ex aequo al mejor Actor
La 62 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián presentaba una Sección Oficial con predominio de cintas europeas a concurso, y en particular españolas, que también se ha visto reflejado en el palmarés del jurado.
Al comenzar la edición, el Director del Festival, Jose Luis Rebordinos aseguraba que “la Sección Oficial era la mejor de los cuatro años en los que ha dirigido el festival”, y es cierto que en general la aceptación del público ha sido positiva, sin abandonos masivos durante las proyecciones, aunque también sin grandes ovaciones. El buen ambiente que se ha respirado durante toda la semana en la ciudad donostiarra llegaba a las salas, en las que como nota anecdótica y por primera vez en la historia del zinemaldia, el público arrancaba a tocar palmas al son de la melodía del festival al comienzo de cada proyección.
Pero volviendo al palmarés, la gran y merecidísima vencedora de la presente edición ha sido la española Magical Girl, que ha logrado dos grandes premios con la concha de oro a la mejor película y la de plata al mejor director. Si bien es cierto que Magical Girl puede no tratarse de una película para todos los públicos, estamos ante un cine en estado puro donde el director es capaz de capturar la esencia de unos personajes que trascienden a ellos mismos y a la propia trama, moviéndose en unos límites de la moralidad ciertamente inquietantes cuando se trata de proteger a los seres queridos, y en el que cada espectador es libre de completar una historia que no acaba de ser desvelada.
El equipo de Magical Girl en la rueda de prensa después de la entrega de premios.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdo